Ña Carmen; La floricultura, como terapia y medio de vida

• En el barrio Las Mercedes, muy cerca de la Facultad de Economía UNA, una sacrificada ama de casa convive con sus miles de plantines, ganándose el sustento diario y refugiándose en ella, como terapia.
• Carmen Fernández Vda. de Romero, produce variedades de plantas ornamentales, frutales y forestales, desde hace 15 años, un rubro del que asegura, se puede generar ingresos y satisfacciones.

Atareada constantemente, en el patio trasero de su domicilio; sobre las calles Manuel Romero Villasanti (ex Pitiantuta) y Serafina Dávalos, del barrio las Mercedes de Coronel Oviedo, se encuentra doña Carmen Fernández Vda. de Romero (67), trabajando artesanalmente con plantines y brotes de una gran variedad de especies de floricultura y vivero forestal.

El lugar, funciona en una conocida zapatería, se denomina “Vivero Julio César” y según nos cuenta nuestra protagonista, surgió a modo de terapia de relajación, como un espacio re meditación y distención mental, hace unos 15 años atrás, ya con un enfoque más comercial.

“Antes lo hacía para mi uso propio, con plantines que luego los trasladaba a mi propio jardín, o para mis amigas del barrio, familiares de dentro y fuera de la ciudad, con el tiempo fue creciendo más, hasta encontrarle un lado productivo, económico, en la tranquilidad de mi casa”, nos cuenta doña Carmen.

Nos cuenta también que el rubro le resultó muy rentable, y que la producción es totalmente orgánica y la produce ella misma, acompañada de una nieta, que en este momento se encuentra hospitalizada, produce una inmensa variedad de plantines ornamentales, medicinales, frutales y forestales, una gama inmensa, de acuerdo incluso, al gusto del cliente.

Entre las medicinales produce; anis, burrito, albahaca, ruda, cedrón, cedrón Paraguay, entre las frutales y forestales se encuentran palmeras en distintas variedades, aguacate, mango, ingá, naranja, mandarina, oveña, en tanto que las ornamentales se componen entre otros de; espada de San Jorge, croto, cola de mono, helecho gigante, rosas, diamelas, cala y unas cuatro variedades de orquídeas.

“Esta actividad es una terapia muy relajante, hace que por un momento nos olvidemos de nuestros problemas”, explica, soltando una carcajada. “Aparte también hace muy bien al alma, sabiendo que uno contribuye tal vez para repoblar algún monte, o simplemente para que una familia lleve un poco de sombra hasta sus casas”, nos dice, con un rostro de satisfacción.

Los costos de los plantines que produce y vende doña Carmen, tienen un costo sumamente accesibles, desde G. 1 mil, G. 5 mil, G. 10 mil, G. 15 mil hasta G. 50 mil, en los casos de las palmeras, incluso ya con sus macetas.

Llegar hasta el vivero Julio César, es sumamente fácil, queda en la bajada de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), sobre Manuel Romero Villasanti, una calle empedrada del lado posterior a la iglesia San Pedro, yendo al sur, cuenta con el número telefónico (0521) 203 042.